El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha emitido una Orden Ejecutiva que prohíbe la transferencia masiva de datos personales de ciudadanos a países considerados de interés. La Casa Blanca, en un comunicado, mencionó que la Orden Ejecutiva también busca proteger otras actividades que podrían dar acceso a esos países a datos confidenciales de los estadounidenses. Esto incluye información sensible como datos genómicos, biométricos, de salud personal, de geolocalización, financieros y ciertos tipos de información de identificación personal (PII).

El gobierno de Estados Unidos advierte que los actores de amenazas podrían utilizar esta información como arma para rastrear a los ciudadanos y compartirla con intermediarios de datos y servicios de inteligencia extranjeros, lo cual podría resultar en vigilancia intrusiva, estafas, chantaje y otras violaciones de la privacidad.

En noviembre de 2023, investigadores de la Universidad de Duke revelaron que es fácil obtener datos confidenciales sobre miembros del ejército en servicio activo, sus familias y veteranos, incluyendo datos no públicos, identificados individualmente y confidenciales, como datos de salud y financieros, por tan solo 0,12 dólares por registro.

El gobierno argumenta que la venta de estos datos plantea riesgos para la privacidad, la contrainteligencia, el chantaje y la seguridad nacional. Además, menciona que naciones hostiles podrían recopilar información personal sobre activistas, periodistas, disidentes y comunidades marginadas con el objetivo de restringir la libertad de expresión y suprimir la disidencia.

El gobierno indica que los países en cuestión tienen un historial de recopilación y uso indebido de datos personales de los estadounidenses. Según el Departamento de Justicia de Estados Unidos, los países incluidos en esta categoría son China, Rusia, Irán, Corea del Norte, Cuba y Venezuela.

La Orden Ejecutiva instruye a las agencias federales a emitir regulaciones que establezcan protecciones claras para el acceso y la explotación de datos personales confidenciales relacionados con el gobierno, así como estándares de alta seguridad para limitar el acceso a los datos a través de acuerdos comerciales.

El senador Ron Wyden, en un comunicado, criticó la decisión de la Administración de limitar los flujos de datos personales solo a un puñado de países preocupantes como China, argumentando que la afirmación de que el gobierno estadounidense no puede prohibir la compra de datos de los estadounidenses ya no es válida.

En el último intento por regular la industria del corretaje de datos, Estados Unidos ha añadido a Chengdu Beizhan Electronics de China y a la firma canadiense de inteligencia de redes Sandvine a su Lista de Entidades. Esta acción se llevó a cabo después de descubrir que los intermediarios de Sandvine fueron utilizados para entregar software espía dirigido a un ex miembro del parlamento egipcio el año pasado.

Fuente: https://thehackernews.com/2024/02/president-biden-blocks-mass-transfer-of.html